El artista, clásico de la canción de Italia en los años de 1960, se hizo famoso por su interpretación de baladas como “Una rotonda sul mare” y “Che bella idea”. También trabajó con Vinucius de Moraes y Toquinho
El cantante italiano Fred Bongusto, uno de los máximos representantes de la canción italiana de los años 60, con éxitos de alcance internacional como “Una rotonda sul mare”, falleció este 8 de noviembre, a los 84 años.
Bongusto fue una de las voces más queridas de Italia en los años en los que los cantantes de la península triunfaron por todo el mundo, y su especialidad fueron las baladas románticas, cuya difusión encontraba el momento más propicio durante los periodos de verano.
Su oficina de prensa detalló que el artista falleció en un hospital de Roma, después de haber padecido una larga enfermedad. El funeral se celebrará en Roma, este lunes 11 de noviembre, a partir de las 3 de la tarde, en la Basílica de Santa María en Montesanto (la llamada Iglesia de los artistas), en la Plaza del Popolo.
Nacido en Campobasso, centro de Italia, el 6 de abril de 1935, Alfredo Antonio Carlo Buongusto debutó en 1960 con “Bella bellissima”, pero su éxito se produjo inmediatamente con el lado B de sus primer disco, “Doce doce”, cantada en napolitano. La canción lo convirtió en una figura de renombre, a partir de un estilo melancólico que marcó parte de su repertorio.
Además del clásico “Una rotonda sul mare” (1964), Bongusto interpretó “Málaga”, en colaboración con el brasileño Joao Gilberto, y otros éxitos como “Spaghetti a Detroit”, “Tres semanas para contar” y “Estuviste primero”.
En 1989 participó en el festival de San Remo con Scusa y fue reduciendo su actividad hasta su última aparición pública el 21 de abril de 2013 en Roma en un concierto en memoria de Franco Califano, que murió unos días antes y quien había escrito para él Nostro grande amore.
En 2002, el cantante visitó por segunda vez la Argentina, y dio un concierto en el teatro Coliseo.
Con “Mi verano contigo” y con “Bailamos”, que se tradujeron al español, el artista tuvo un importante éxito en América del Sur, especialmente en la interpretación de Manolo Otero, y por sus colaboraciones con Vinicius de Moraes y Toquinho.
A partir de fines de los 90, Fred Bongusto comenzó a reducir su actividad artística. En ese entonces, fue elegido concejal del Partido Socialista Italiano en Bari.
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